Llegan tarde.
Han quedado a las 11, pero es casi la una. La música resuena por la calle cada vez que alguien abre la puerta del local; y casi todos los que están en la entrada les saludan: viejos conocidos desde que empezaron a frecuentar el sitio, compañeros de conciertos y de birras.
Alguien le pone un cigarrillo sin encender en las manos, y Arturo, con el que ha quedado después de todo a su hora de salida, rebusca un mechero por los bolsillos. También tiene un cigarro en la boca.
Se vuelve a abrir la puerta, y aprovechan para entrar.
La canción está a medias, pero ambos empiezan a cantar a voz en grito mientras buscan a sus amigos.
Outside the dawn is breaking
But inside in the dark I'm aching to be free
The show must go on!
Santi aparece de la nada, y se cuelga de sus hombros con una sonrisa de oreja a oreja.
-¡Ya era hora, macho!
Le saludan, sonriendo, y se dejan arrastrar hasta el rincón donde están los demás. Jaime les saluda con un puñetazo en el hombro, riéndose a carcajadas y quejándose de su tardanza habitual. Arturo pone los ojos en blanco y Ciro se ríe. Mar, la camarera, aparece con dos botellines de cerveza para ellos, y les guiña un ojo antes de desaparecer entre la multitud.
-¡Hey, Peter Parker!
Se gira, con cara avergonzada, y se enfrenta a la sonrisa blanca de Laura, que le da dos besos y luego saluda a Arturo. Cristina también sonríe de oreja a oreja, mientras le señala la mesa en donde están sentados, cuando las canciones no son demasiado míticas como para no ponerse en pie a corear. Gabi está allí, sentada, bebiendo en silencio.
Se sienta frente a ella y aprovecha que la canción ha terminado (se escucha a Santi gritar que hagan un bis, y poco después, Don't stop me now suena) para saludarla.
-Hola.
-Hmm.
Ciro suspira, sabiendo que se ha puesto rojo. Gabi le señala con el botellín.
-Voy a matarte.
-Vaya.- Aplasta el cigarro en el cenicero antes de dar un buen trago a la cerveza, fría y amarga.- No es precisamente lo que esperaba oír de ti.
Ella se encoge de hombros, y hace un gesto con la cabeza en dirección a los demás. Jam y Santi están riéndose contándole a Laura y Cristina historias del grupo, mientras Arturo, con una sonrisa dibujada, hace alguna que otra aportación.
-Por ahí dentro hay una rubia. Lo digo por si necesitas una Gwen.
-No, gracias. Estoy considerando cambiarme por Daredevil.- Se ríe.- Así no veré nada, y no podré volver a meterme en líos.
-¿Te suena Elektra?
Se miran, callados, y luego, Ciro sonríe.
-De acuerdo. Prefiero no ser un personaje de cómic.
-Sabia decisión.
-¡Eh! ¡Vamos, que es la mejor parte!
Las chicas y Jaime se les han acercado, obligándoles a ponerse de pie y saltar cantando con ellos. Enganchando una canción tras otra, un tercio tras otro, entre risas (Ciro está casi seguro de que la expresión de Gabi de "el mundo me está mirando" es la antesala de las primeras sonrisas) y gritos para escucharse, la noche pasa.
Cuando el bar cierra, van paseando hasta el parque más cercano. Las chicas se sientan en un banco, Santi se cruza de piernas en el suelo, encendiendo un cigarro. Los demás están de pie, riéndose de algo.
Al rato, se quedan en silencio, y se van calmando. Es tarde.
-Hacía mucho que no salía.
-Y yo de exámenes.
-¡Jam, no seas cansino!
Santi y Jaime empiezan una de sus discusiones interminables y absurdas. Ciro se ríe mientras Cristina enarca la ceja, divertida, Gabi pone los ojos en blanco y Laura interpela al rubio.
-¿A esos qué les pasa?
Arturo se sienta en el borde del banco, fumando en silencio unos segundos antes de contestar.
-Que no saben cuál es el que vestirá de novia en la boda.
-¡Roto, yo te...!
-¡Dime eso a la cara si te atreves!
El rubio se ríe, mientras los otros le interpelan. Pero se pone en pie para evitarles. Un coche de policía pasa despacio, luces encendidas, frente al parque.
-Parece que es hora de irse.
-Sí, parece.
Se dan dos besos todos. Y luego, el silencio incómodo. Ciro aplasta el cigarro con la punta de su bota y sonríe.
-Artu y yo os acompañamos, chicas.
Ya en el portal, se vuelven a despedir, prometiendo que la semana que viene o la siguiente volverán a quedar todos. Arturo está hablando con Laura mientras Cristina abre el portal, así que vuelve a enfrentarse a los ojos oscuros de Gabi.
Le sonríe.
-Gracias por lo del otro día.
Ella le sorprende al abrazarle.
-Cállate.
Igual que lo ha cogido, lo suelta. Pero Ciro sabe que ha avanzado, así que aumenta la sonrisa.
-¿Te veo en la biblioteca?
-Seguramente. Cris quiere buscar un libro y le acompañaré.
-En ese caso, os veo pronto, chicas. ¡Dormid bien!
Se saludan alejándose, y pronto, Arturo y él vuelven a pasear solos, en dirección a sus casas, fumando y comentando poco a poco la noche.
-Eh, Ciro.
Están en el desvío, donde cada uno coge una calle para volver a su piso. Arturo está quieto, mirando a nada en particular, pensativo.
-¿Sí?
-Ha sido una noche rara. No ha estado mal, pero ha sido rara.
-Un poco, sí.
El rubio vuelve a callarse, y enciende un último cigarro.
-¿Pasa algo, Artu?
Ciro se empieza a preocupar. Da un paso en dirección a su amigo, que se gira a medias sonriendo. Es una sonrisa cansada.
-Nada en absoluto. Dentro de una semana se cumplirán cuatro años, ¿sabes? Cuatro años de libertad.
Se aleja, antes de que Ciro pueda decirle nada.
Cuando reacciona, Arturo ya ha desaparecido. Se va él también a casa.
Al entrar, acaricia a Roald, y saca el móvil. Se empieza a reír a carcajadas.
Gabi le ha mandado una foto con cara de pánico y una captura de pantalla donde se ven más de 15 perdidas de Rake y un mensaje exigiendo saber qué ha pasado con la cara de Ciro.
Gabi dice: ¿Qué se supone que haga, Peter?
Yo: Notte, Gabi. Sogni d'oro. ;)
Gabi dice: Ciro.
Yo: No te preocupes. Yo hablaré con ella.
Yo: Pero estás muy graciosa en la foto.
Gabi dice: (audio) ¡Yo te mato! ¡Es el mejor sitio para ir a tomar café por la mañana y ahora no voy a poder ir tranquila! -Una voz se mezcla con la suya- ¡Eh, Ciro, buenas noches! -Una tercera habla también- ¡Nos vemos el próximo día, italianini! Ciro, soluciónalo. ¡Dejad de hablar y a dormir, que son casi las cinco! Por favor, por favor, por favor. ¡Buenas noches!
Yo: (imagen)
Bajo la foto con el pulgar hacia arriba y una sonrisa ligera, Ciro escribe.
Yo: No te preocupes, cara.
Yo: Buonanotte!