22 jun 2014

18- Spide-e-e-y

-Ni se te ocurra encender el cigarro.
Ciro suspira y sonríe, una mueca un tanto triste. Quizá por el labio hinchado y el pómulo que se pone negro a medida que el moretón se oscurece.
-Somos unos incorregibles, certo?
-Algo así.
Gabi mira hacia el balcón. Es diminuto, apenas cabe una silla o dos personas de pie, pero Arturo se las está apañando para pasearse por él mientras habla por teléfono. El rubio lleva el pelo suelto, y cada dos por tres tiene que apartarse mechones de la cara. No le gusta lo que ve.
-¿Por qué os habéis pegado?
El bibliotecario suspira, dejando el cigarro liado sobre la mesa, y mira al techo.
-Boh! Chissà.
-En mi idioma.
-Oye, no sabrás sonreír, pero tienes un carácter...
Se le pone la cara roja, y él sonríe, aunque le duele. Le duele todo el cuerpo. Desde la cocina, escuchan a Cristina y Laura hablando de qué hizo el hermano de la chica de pelo rizado; y ruidos de cacharros. Están haciendo ya la cena. Llevan toda la tarde allí, intentando no hablar del tema. No hacer más el ridículo por hoy.
-¿Por qué la pelea?
-Eh, vabbè... Créeme. Es una tontería.
-Cuéntamela. Ciro, hazlo. ¿No eres mi amigo?
-De verdad, Gabi... No me apetece hablarlo. Ya he hecho lo stronzo hoy. Otro día. Por favor.
Ella tuerce el gesto, pero no dice nada. Arturo asoma la cabeza, con el teléfono aplastado contra el hombro.
-Eh, que dice Jam que en media hora nos recoge. Lo que le cueste pillar el coche y llegar.
-Grazie, vecchio.
-Voy a llamar a mi madre... No os importa, ¿verdad?
Gabi niega con la cabeza.
-Adelante.
Y el rubio vuelve a desaparecer en el balcón. Ciro juguetea con el cigarro, Gabi parece contenerse para no hablar.
-Cosa?
-¿Qué?
-¿En qué estás pensando, que te mueres de ganas de preguntar?
Otra vez el sonrojo.
-¿La cicatriz del ojo...?
Se pone serio. Eso es tema tabú.
-Larga historia.
-Entonces cuéntame la de hoy.
Suspira. Aún podría intentar perder el tiempo la media hora restante hasta que lleguen a por ellos. Pero Laura y Cristina llegan desde la cocina y se sientan.
-¿Sigue sin hablar?
-Eso parece.
Las tres le miran, y al final, cede.
-Era el rubio de la discoteca. Vabbè, credo sia lui.
-¿Quién?
-¿Qué?
Se pone el cigarro en la boca, mascullando.
-Creo que era el rubio de la discoteca con el que se fue...
Gabi pone los ojos en blanco mientras le interrumpe.
-¡No me irás a decir que te pegaste con alguien que creías que era otro alguien que se lió con una amiga!
Cristina frunce los labios, y Laura se lo queda mirando.
-¿Te gustaba la chica? ¿Estáis juntos o algo?
-Espera. La pelirroja. ¿Te gusta la pelirroja?
Ciro asiente, Arturo entra en el salón a tiempo de escuchar la última pregunta y se queda clavado en el sitio. ¿Ciro confesando algo? ¿A desconocidos? Eso es imposible. Seguro que tiene una conmoción o algo. Ese no es su Ciro, se lo han cambiado. Se sienta a su lado, todavía flipando.
-No es que estemos saliendo pero a mí me...
Gabi se pone en pie, las manos en alto, exasperada.
-¿Te han partido la cara por pegarte con alguien que podía no ser el que te levantó a la pelirroja? ¿Tienes complejo de Peter Parker?
Los dos se la quedan mirando, mientras las otras dos chicas ponen los ojos en blanco.
Antes que uno de los dos pueda contestar o decir algo, suena el timbre.
Ciro sale disparado, murmurando un "grazie mille" mientras Arturo se despide disculpándose por molestar y prometiendo compensarles lo que han hecho. Las tres chicas se los quedan mirando desde el balconcillo, apretujadas, y les ven subirse a un coche color champán. Desde la ventana del conductor asoma un brazo, que saluda.
Ellas hacen lo propio, y cuando el coche arranca, Laura y Cris se hechan a reír.
-¿Complejo de Peter Parker?
-¿Dónde le ves tú el sentido arácnido?
Gabi resopla.
-El pobre es idiota. Punto.
Y las carcajadas de sus compañeras llenan el ambiente.

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